EXTRAÑOS Y SILENTES

(BennyOnisso_20121030)

Y de pronto estamos tan extraños, 
distantes y silentes, 
lejanos como el sol al medio día, 
extraviados como la luna en la espesura, y más hoy...

Hoy que el frío arrecia en mi montaña, 

y no deja entrar

las tibias caricias de la primavera, 

hoy no hay voz ni luz,

que hostigue ni alegre.

Hoy quiero viajar,

perdida en la locura desatada de mi pecho,

quiero volar como un pájaro encantado

y regresar,

poseída de la deidad de las alturas,

y seguir por los aires sin verte siquiera. 

Hoy quiero ir lejos y tras mis pasos, 

quedará un desierto, 

un desaire para tus ojos que no veo,

quedará el desdén de mis labios callados, 
quedarán por siempre tus respiros sin aliento.

Y retumba desde los más hondos pesares

el agobio,

de tanto querer en vano, 

de tanto besar sin besos, 

de tanto oprobio, y brazos yertos....

Si miro el horizonte allá lejos,

se dibuja mi sonrisa en los reflejos,
y tu mirada de rapaz compañero,
se diluye como un bello cuadro
que despintó el aguacero. 

Extraños y silentes todavía,
como ráfaga de luz entristecida,
como cántico y presagio 
de la muerte de los sueños y de las caricias,
de las ganas y de las risas;
...de todo lo que infundía vida.

YO PENSABA AMARTE TANTO

(BennyOnisso_20120722)
 

Yo pensaba amarte tanto,
tanto desde que escuché tu voz
en mi húmedo refugio de tus adentros.

Comencé a reir contigo cuando escondido
en tu alberca iba danzando;
yo palpitaba y también soñaba
que juntos hacíamos largos juegos
y después muy feliz de tu mano
daba mis pasos.

Yo te escuchaba y tus palabras en mi memoria
de terciopelo, iban quedando,
tu voz de diosa blanca ya comenzaba a amarla,
porque al oirte, eso imaginaba.

Siempre quise escuchar que me cantaras,
siempre quise saber que me acariciabas,
pero fui un soplo,
un silencio profundo y secreto,
y un mudo compañero de tu frívolo cuerpo.

Nunca tus manos me tomaron,
ni tus labios me besaron,
ni tus ojos me contemplaron,
y estuve contigo suficiente tiempo
como para anhelarlo.

Siempre iba contigo a todas partes,
y tú no querías saber que yo estaba en ti,
caminabas, corrías, vivías ajena
a mis silentes latidos
que solo esperaban verte algún día.

...Un día quise hablarte,
y por fin te hablé, te hice sentir que vivía ahí dentro de ti,
pero te airaste y tu vientre apretaste,
y tus venas ardientes
me quitaron la vida, me robaron todo lo que soñaba vivir.

Me quitaste todo, tus ojos, tus manos, tu regazo, tu nido,
despreciaste mi todo,
me hiciste sentir que fui un equívoco,
¿por qué? si yo solo quería estar contigo.

Yo te imaginaba hermosa,
yo quería amarte tanto,
con tu cabello miel y ojos de piedras preciosas,
te imaginaba dulce,
una mujer bella como las reinas
con coronas de amapolas.

Yo quería estar en tus brazos y
embelesarte con mis sonrisas,
cautivarte con mis ojitos y
enloquecerte con mis caricias.

...No me quisiste nunca y
me he quedado con todo este amor que crecía,
fuiste una mujer cruel, sin corazón,
que quizás alguna vez me quieras tener,
pero estaré tan lejos de tus manos asesinas,
donde están los ángeles, en los brazos de Dios.