(BennyOnisso_1993)
Y al abrir la puerta de mis ansias,
entras como terciopelo en una copa
de frutoso vino calmante,
como el pincel de un loco, que me dibuja y me evoca.
Mis ojos están apabullados por tu luz
que me hipnotiza, y yo por tu sutil boca,
que me llena de vivos colores,
y me hace su gran obra,
con manos artistas en mi alcoba.
Te miro delirante y me pides que te abrace,
te lleno, te doy de mi veneno, y pleno en mi silueta,
me rodeas como una mariposa enamorada,
de esa flor que su perfume devora.
Te miro más y en eso, algo me provocas,
me absorves como al aire que supura de mi piel
de almendras y rosas,
y siento el hechizo que sale de tus ojos que me apasiona,
y soy en tu bahía de mar tortuoso, ancla y gaviota.
Presagio en tus ojos,
en que mi voz sucumbe y mis pasos te siguen,
y mis manos te buscan para tenerte cerca...
en que mi ser no razona, ante tu olor a fresa,
ni a tu amor fulminante que me quema.
Me miras y eres un imán que me atrae,
una fuerza extraña que me lleva,
tus rayos me secundan y me persiguen,
me tocas y eres la sangre que corre por mis venas,
fuerte, galopante para inundar mi esencia.
Me embrujaste ayer, niño de mis sueños,
y no he podido dejar de pensarte desde entonces,
ni desear otra cosa que estar en tus brazos de seda,
con tus mimos y besos, que es más que una quimera.
Camino por las calles y sonrío, demente me sorprendo,
y veo tu cara en el cielo y tus ojos me sonríen,
y surge el verso, ese poseído, no discreto,
pues tus caricias se agolpan sobre mí de nuevo.
Sentirte como un mago que hace de mí su historia,
su mejor cuadro de mi sonrisa, el pintor en boga,
y así, desprotegida toda,
quedo en tus redes que embelesan mi memoria,
con melodías que danzan en mis oídos y en mis horas.
...Y tus ojos, bellos, melosos y asesinos,
me mandan sus palomas mensajeras,
para que los espere en mi lecho de diosa fiera,
y los desee urgentes, tersos y furtivos,
para embriagarme con su más dulce vino.
